El primer equipo perdió 1-3 contra el Mallorca B en un grandísimo partido de nuestro equipo donde todos los jugadores se vaciaron y es imposible reprocharles nada, más bien todo lo contrario, agradecerles ese esfuerzo y animarles a que continúen así en las cuatro finales que quedan.
En una primera parte donde el partido ya cogió un ritmo vertiginoso pero lo cierto es que tampoco se pasaron mucho apuros, pasamos a un guión imprevisto con el golazo de Gero del Olmo al filo del descanso. Los rojillos ya tenían el susto dentro del cuerpo; objetivo cumplido.
En la segunda mitad, los de Pep Alomar llegaron con algo más de claridad y entre el minuto 55 y 65 le dieron la vuelta al marcador tras un córner y tras una segunda jugada que acabó en centro lateral y remate de Cedrik. Antes de eso, tuvimos un mano a mano de Gero que optó por la vaselina al portero pero el balón dio en el larguero y otra ocasión clarísima tras un centro de Peke que Víctor Silvano no llegó a tocar cuando ya se cantaba el gol. En los últimos 10-15 minutos, los nuestros lo siguieron intentando, el entrenador Tino Prieto arriesgó para apurar las últimas opciones (tuvimos la última con Pablo Roma) pero fueron los mallorquinistas que en uno de sus contragolpes peligrosos mataron el partido con el tercer tanto cuando ya se cumplía el tiempo reglamentario.
Se perdió el partido pero como ya anunciamos en la previa, daba igual nuestra necesidad o los resultados de los rivales directos, era un partido para disfrutar y todos los rafaleros lo hicimos. Ese ambiente, esa entrega del equipo, esa ilusión por dar la campanada y el ver a un rival como el que teníamos delante es para estar muy orgullosos.
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